La liquidación de gananciales es el proceso mediante el cual se disuelve primero y se liquida después la sociedad que se forma entre los cónyuges durante el matrimonio. Bajo este régimen, todos los bienes y ganancias obtenidos por cualquiera de los cónyuges durante el matrimonio se consideran comunes y deben ser divididos de manera equitativa tras la disolución de la sociedad, ya sea por divorcio, separación legal o fallecimiento de uno de los cónyuges.
Este procedimiento consta de varias etapas, comenzando por la identificación y valoración de todos los bienes gananciales. Es necesario diferenciar entre los bienes gananciales y los bienes privativos, es decir, aquellos que pertenecían a cada cónyuge antes del matrimonio o que fueron adquiridos mediante herencia o donación. La complejidad de esta tarea requiere un conocimiento técnico y legal detallado para asegurar que la división de los bienes sea justa y conforme a la ley. Una vez identificados y valorados los bienes, se procede a su reparto, ya sea de mutuo acuerdo entre los cónyuges o mediante un procedimiento contencioso si no hay acuerdo.