Una sentencia de familia dictada en cualquier país puede tener efecto en España si así lo solicita el interesado.
Por ejemplo, un divorcio que se ha dictado en el extranjero puede ser inscrito en el Registro Civil español cuando alguno de los contrayentes (o los dos) es español. Si se dicta una sentencia de sucesiones en Italia repartiendo los bienes de un difunto italiano y parte de esos bienes están en España, la sentencia tendrá que producir efecto en España. Si una sentencia de alimentos canadiense condena a un residente en España a pagar alimentos y no los paga, se tendrá que instar un reconocimiento y ejecución de la sentencia aquí.
En líneas generales, para que una sentencia produzca en España los efectos que tiene en el país en el que se ha dictado, nuestras autoridades tienen que “revisar” dicha sentencia y comprobar si cumple los requisitos necesarios para ser reconocida en España.
La norma aplicable para proceder al reconocimiento y/o ejecución de la sentencia depende de su procedencia y de la materia. La fecha de inicio del procedimiento en el extranjero suele ser relevante.