En marzo pasado, la Audiencia Provincial de Cantabria ha emitido sentencia, denegando la reclamación de una hija de padres divorciados con sentencia firme para recibir, de ellos,  pensión alimenticia. La sentencia, que confirma la emitida por el Juzgado de Primera Instancia de Castro Urdiales, se basa en el hecho de que la demandante es mayor de edad -23 años- y ya lo era en el momento del divorcio de sus padres, aún no ha concluído la educación secundaria obligatoria. Ha dejado, además, varios trabajos sin causa justificada y no ha aprovechado otros estudios alternativos iniciados.  Por tanto, si carece de medios materiales de subsistencia, sólo a ella es achacable el problema. Esta sentencia ya había sido comentada por Isabel Winkels en uno de sus últimos artículos.